Existen investigaciones que demuestran que un alto número de
teléfonos de uso público suponen un riesgo para nuestra salud por la cantidad de bacterias, virus y microorganismos que son capaces de contener y propagar por su repetido uso. Así resultan ser un foco de infecciones de diversa índole.

Para minimizar riesgos de contagio es fundamental tomar una serie de medidas de higiene y protección, tales como: evitar el contacto directo de la boca con el micrófono y lavarnos las manos durante 30 o 40 segundos con jabón neutro tras utilizar el dispositivo.

Lo ideal es elegir teléfonos públicos que estén totalmente limpios y asépticos, algo que es posible y fácil con servicios como los de ASP Asepsia, basados en el uso de ozono, gran desinfectante natural que no deja residuos químicos.

Son numerosos los beneficios del uso de ozono para higienizar el aire y el agua ozonizada para desinfectar superficies. La purificación del aire mediante ozonización controlada es una gran ventaja para cualquier ambiente compartido, y más aún para evitar contaminaciones de bienes comunes de hoteles, oficinas y locutorios como pueden ser teléfonos, teclados, pantallas táctiles, mandos a distancia, grifos, pomos de puertas, etc, garantizándonos una mayor protección y seguridad de nuestra salud.