La acupuntura es una práctica medicinal china y japonesa que se ha consolidado en nuestro país en los últimos años. Consiste en la introducción de agujas muy finas en determinados puntos del cuerpo humano para aliviar dolores, anestesiar determinadas zonas y curar ciertas enfermedades. La técnica de colocar agujas en puntos estratégicos gana adeptos.

En este tipo de centros (tanto en los de acupuntura como de cualquier otra terapia alternativa) el ambiente suele estar muy contaminado químicamente y biológicamente debido al tránsito de personas y a los olores derivados de los productos que utilizan o de algunas técnicas tales como la Laserterapia (la acupuntura por láser) o la Moxibustión, que consiste en aplicar calor estimulando puntos específicos del cuerpo e implica la combustión de hojas de una hierba ardiente. El hedor del sudor corporal, el tráfico continuo de gente que se quita la ropa o la fetidez que generan ciertos ambientadores genera una atmósfera insana, y por tanto poco agradable y saludable.

Además en dicho negocio las manos de los profesionales deben estar bien desinfectadas, así como las agujas, el resto de instrumental que emplean o la propia habitación para evitar contagios y otros problemas de salud. Así pues la desinfección es primordial en estos establecimientos. Para ello el agua y el jabón no son suficientes, pues lavar no significa desinfectar. El uso de productos químicos también puede acarrear serios problemas de salud en los clientes.
Debido a esto encontramos otro uso del ozono en estos centros como elemento purificador de ambientes y utensilios. Se trata de un potente desinfectante natural que garantiza la desinfección sin dejar ningún tipo de residuales químicos, que respeta el medio ambiente y a las personas. No solo elimina el olor de ambientes interiores de forma rápida y eficaz, sino que también disminuye la contaminación ambiental. El ozono es desinfectante por oxidación y por este proceso elimina los olores más resistentes.

Los ozonizadores de agua suponen una alternativa eficaz, natural, segura y rentable para la limpieza de utensilios e instalaciones, eliminando inconvenientes derivados del uso de productos químicos. Con estos equipos se puede convertir el agua en un desinfectante (agua oznonizada) que no necesita aclarados y no deja residuo, porque el ozono se descompone naturalmente en oxígeno.

Con el ozono, los olores desaparecerán y las instalaciones estarán bien higienizadas, así como las manos de los profesionales.